Revista Argentina Publica Serie de Artículos Sobre el Proyecto Tronador II - Parte 4
Hola
lector
Ahora sigue el cuarto
artículo relacionado con la serie de artículos publicados por la revista argentina
INGENIAR en su edición de Abril, en referencia al proyecto del “Vehículo de Lanzamiento de Satélites Tronador II”.
Portugués:
Olá
leitor
Agora
segue o
quarto artigo relacionado com a
série de artigos publicados pela revista argentina INGENIAR, em
sua edição de Abril, referentes ao projeto do Veículo Lançador de Satélites Tronador II.
Duda Falcão
Baterías Inteligentes de
Uso Espacial
Revista Ingeniar
Edición abril 2014
Hace más de 15 años, el
ingeniero Guillermo Garaventta trabaja
em el desarrollo de baterías,
principalmente de uso espacial.
Actualmente junto al ingeniero Augusto Zumarraga, y la
colaboración del ingeniero Daniel Hamann, son los
responsables de construir las baterías espaciales de toda la
saga de
vectores que involucra al Tronador II.
“Trabajamos
a una velocidad vertiginosa y con absoluta pasión”, aseguró el profesional
quien, además, es investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas
(CIC) bonaerense. Detalló que el metal con el que se construyen las baterías es
el litio, teniendo en cuenta las reservas que existen en el país.
“Para el
primer vector hicimos cuatro baterías: una para alimentar la electrónica, es
decir, la inteligencia del vector, toda la computadora de vuelo y los
subsistemas para hacerlo volar. Otra batería es para alimentar la electrónica
ante una falla en vuelo, para apagar o detonar el vehículo en caso de perder el
control. Y otras dos baterías que suministran la energía para controlar el
movimiento del motor que empuja el vector. Entre las cuatro juntas no
superan los 60 kilos”, explicó.
Las baterías
tienen, además, la característica de funcionar como un sistema de
almacenamiento ya que poseen un sistema de protección frente a cortocircuitos
múltiples. “Podemos quemar fusibles internos y seguir suministrando
energía porque tenemos varios fusibles en cada línea de provisión de energía”,
detalló Garaventta.
Otra de las
particularidades de las baterías es que poseen una electrónica de control que
analiza todo lo que pasa en su interior mientras el cohete vuela y se lo
traslada al cerebro de vuelo, y éste luego transmite esa información a la
tierra. “No es una simple batería. Es una computadora con baterías
adentro”, afirmó.
Por último,
el ingeniero expresó que el proyecto “es un orgullo para todos los que
trabajamos en el Tronador. Es el primer vector que fabrica el país con el
objetivo pacífico deponer satélites en órbita. Y Argentina es el cuarto
país de América que tiene esa posibilidad”, concluyó.
Una Pyme
Local en el Sistema Eléctrico del Cohete
Asociado al
diseño de las baterías se encuentra el trabajo realizado por la empresa CRUX
Sistemas Inteligentes, una pyme tecnológica que se encarga del sistema
eléctrico de los vectores.
Concretamente,
de las baterías que alimentan los subsistemas y los equipos de soporte en
tierra para mantener el estado de carga de las baterías y monitorearlas, entre
otras funciones.
El ingeniero
Augusto Zumarraga, uno de los socios de CRUX y docente de la Facultad de
Ingeniería, dijo que la vinculación con la CONAE viene desde el desarrollo
del satélite SAC-D. “Para nosotros es muy positivo porque no sólo se desarrolla
un área de conocimiento puntual, sino que uno se involucra en lo que es llevar
adelante un proyecto de esta naturaleza”, expresó.
Agregó que
“en un proyecto de desarrollo grande siempre está la cuestión de cómo se lo
gestiona, que pesa tanto como la tarea técnica en sí misma. Nosotros
aprendimos bastante de eso por participar en el proyecto SAC-D”.
Zumarraga
destacó, además, que se está haciendo un desarrollo tecnológico que en el país
nunca antes se hizo. “Todo se arranca con una idea no muy clara de cómo va
a terminar y, cuanto más avanza el proyecto, más fino empieza a ser el
entendimiento del tema que se está resolviendo”.
“A veces se
discute mucho sobre qué ganamos haciendo cosas que ya fueron desarrolladas por
otros países. ‘¿Vale la pena?’ ‘¿Vamos a vendercohetes?’ Yo creo que el
impacto que tiene es muy grande. Si uno lo mira a largo plazo como negocio
seguro lo ve positivo”, afirmó.
Para el
ingeniero, “en el país debería haber más desarrollos y por ahora seguir
gestionado desde el Estado, hasta que la cultura de hacer innovación y
desarrollo tecnológico se impregne en el ámbito privado. Estamos en un país
donde la industria invierte poco en desarrollo. Ahora las cosas están
cambiando”.
El
profesional puso como ejemplo a la empresa INVAP, que fabrica radares y exporta
reactores nucleares. “El puntapié es este tipo de proyectos, donde se
empiezan a generar grupos de trabajo que pueden encarar este tipo de problemas.
No es el hecho de hacer un cohete en particular sino el de decir ‘yo tengo
este grupo de gente que tiene la capacidad de llevar adelante el proyecto’. Es
la máquina de hacer los cohetes, no el cohete en sí mismo. Para mí esa es la
parte que pesa de todo esto. Es aprender a trabajar en esta clase de
proyectos”, concluyó.
Fuente:
Revista INGENIAR - Edición abril 2014 - Via “Blog Argentina en el Espacio” -http://argentinaenelespacio.blogspot.com.br/
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