Concluye el Primer Remapeo de Nubes de Brasil
Hola lector!
A continuación se muestra un artículo
publicado hoy (29/01) en el sitio de la "Agencia de la
FAPESP", señalando que ha completado el Primer Censo Nube de Brasil.
Duda Falcão
Artículos
Concluye el Primer Remapeo de Nubes de Brasil
Por Karina Toledo
29 de enero de 2015
(Foto: Proyecto lluvia)
Agência FAPESP – Para pronosticar con precisión eventos extremos tales como tormentas o
simular escenarios de impactos de los cambios climáticos, es necesario avanzar
en el conocimiento de los procesos físicos que ocurren en el interior de las
nubes y descubrir la variación de factores tales como el tamaño de las gotas de
lluvia, la proporción de las capas de agua y de hielo y el funcionamiento de
las descargas eléctricas.
Con este
objetivo, se realizaron una serie de campañas para recabar datos entre 2010 y
2014 en seis ciudades brasileñas –Alcântara (Maranhão), Fortaleza (Ceará),
Belém (Pará), São José dos Campos (São Paulo), Santa Maria (Rio Grande do Sul)
y Manaos (Amazonas)– en el marco de un Proyecto Temático FAPESP coordinado por Luiz Augusto
Toledo Machado, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe, por
sus siglas en portugués). Dichas campañas contaron con la participación de
científicos de la Universidad de São Paulo (USP) y de diversas facultades de
Meteorología de Brasil que fueron sedes de los experimentos.
Los principales
resultados de la iniciativa, conocida como “Proyecto Lluvia”,
salieron descritos en un artículo estampado en la portada del Bulletin of the American
Meteorological Society, una revista de gran impacto en el área de
meteorología.
Según Toledo
Machado, las regiones seleccionadas para la investigación de campo son
representativas de los distintos regímenes de precipitaciones existentes en
Brasil. “Es importante hacer esa caracterización regional para que los modelos
matemáticos puedan efectuar pronósticos en alta resolución, es decir, en una
escala de pocos kilómetros”, dijo el investigador.
Se empleó un
conjunto común de instrumentos –el cual incluye radares de nubes de doble
polarización– en los distintos sitios, de manera tal que las medidas pudiesen
compararse y así establecer parámetros para el modelado.
El radar de
doble polarización, en conjunto con otros instrumentos, envía ondas
horizontales y verticales que, por reflexión, indican el formato de los
cristales de hielo y de las gotas de lluvia, y ayudan así a dilucidar la
composición de las nubes y los mecanismos de formación e intensificación de las
descargas eléctricas durante las tormentas. También se recabaron datos tales
como temperatura, humedad y composición de los aerosoles.
Asimismo, se
realizaron distintos experimentos adicionales en cada una de las seis ciudades.
En el caso de Alcântara, en donde la recolección de datos se concretó en marzo
de 2010, el experimento se enfocó en el desarrollo de algoritmos de estimación
de precipitaciones para el satélite internacional Global Precipitation
Measurement (GPM), lanzado en febrero de 2014 por la Nasa (la agencia espacial
estadounidense) y por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Jaxa).
“En aquella
región, el gran desafío consiste en estimar las precipitaciones de las llamadas
nubes calientes, las que no tienen cristales de hielo en su interior. Éstas son
comunes en la región del semiárido nordestino”, explicó Toledo Machado.
Debido a que no
contienen hielo, la lluvia de esas nubes pasa desapercibida por los sensores de
microondas situados a bordo de los satélites que se emplean normalmente para
medir las precipitaciones, lo cual resulta en datos imprecisos.
Las mediciones
de nubes cálidas realizadas vía radar en Alcântara, comparadas con las
efectuadas vía satélite, indicaron que los valores de volumen de agua estaban
subestimados en más del 50%.
En Fortaleza,
donde la recolección se realizó en abril de 2011, se puso a prueba en
colaboración con Defensa Civil un sistema de pronóstico de tormentas en tiempo
real y de acceso abierto llamado Sistema de Observación de Tiempo Severo (SOS lluvia).
“Utilizamos los
datos que estaban recabándose con los radares y los cargamos en tiempo real en
un sistema de información geográfica. De esa manera, es posible hacer
pronósticos para las dos horas siguientes. Y saber dónde llueve fuerte en ese
momento, donde hay relámpagos y cómo se modificará la situación al cabo de 20 ó
30 minutos. También añadimos un mapa de anegamiento que permite prever qué
zonas que pueden inundarse en caso de que el agua suba un metro, por ejemplo”,
contó Toledo Machado.
En las palabras
del investigador, la experiencia fue tan exitosa que el equipo decidió
repetirla en las campañas que se realizaron posteriormente. “El SOS Lluvia
contribuye para disminuir la vulnerabilidad de la población ante eventos
extremos del clima, pues les ofrece información no solo a los agentes de la
Defensa Civil sino también a los habitantes”, dijo.
En junio de 2011
se realizó la campaña de recolección de datos en Belém, donde los científicos
se valieron de una red de instrumentos de GPS para estimar la cantidad de agua
existente en la atmósfera. Los resultados saldrán publicados en breve. También
se lanzaron globos meteorológicos capaces de volar durante 10 horas y
recolectar datos de la atmósfera. “El objetivo consistió en entender el flujo
de vapor de agua proveniente del Océano Atlántico que forma la lluvia en la
Amazonia", comentó Toledo Machado.
Entre noviembre
de 2011 y marzo de 2012 se realizó la campaña de São José dos Campos, cuyo foco
consistió en estudiar los relámpagos y la electricidad atmosférica. A tal fin
se utilizó un conjunto de redes de detección de descargas eléctricas en
colaboración con la Agencia de Investigaciones Oceánicas y Atmosféricas (NOAA)
de Estados Unidos y con la Organización Europea para la Explotación de
Satélites Meteorológicos (Eumetsat).
“Se recabaron
datos con miras a desarrollar los algoritmos de los sensores de descargas
eléctricas de los satélites geoestacionarios de tercera generación que lanzarán
la NOAA y la Eumetsat durante esta misma década. Otro objetivo apuntaba a
entender de qué modo van modificándose las nubes antes de que se produzca la
primera descarga eléctrica, de manera tal de prever la generación de rayos”,
comentó Toledo Machado.
En Santa Maria,
entre noviembre y diciembre de 2012, y en colaboración con científicos
argentinos, se pusieron a prueba modelos matemáticos de pronósticos de eventos
extremos. Según Toledo Machado, en la zona que abarca el sur de Brasil y el
norte de Argentina se producen las tormentas más severas del mundo.
“Los resultados
mostraron que los modelos todavía no son lo suficientemente precisos como para
pronosticar con eficacia la ocurrencia de esos eventos extremos. En 2017
realizaremos un nuevo experimento similar llamado Relámpago en el norte de
Argentina”, comentó Toledo Machado.
GOAmazon
Las dos
operaciones intensivas de recolección de datos realizadas en Manaos –la primera
entre febrero y marzo de 2014 y la segunda entre septiembre y octubre del mismo
año– aún no se habían concretado cuando se envió el artículo para su posible
publicación.
La campaña se
realizó en el marco del proyecto Green Ocean Amazon y contó con dos aviones que volaron a
diferentes alturas siguiendo la pluma de contaminación emitida por la región
metropolitana de Manaos. El objetivo consistió en evaluar la interacción entre
los contaminantes y los compuestos que emite la selva, como así también su
impacto sobre las propiedades de las nubes (lea más al respecto en: http://agencia.fapesp.br/20214).
Los datos aún se encuentran en etapa de análisis.
Al comentar las
principales diferencias halladas en las diversas regiones brasileñas, Toledo
Machado destaca que las regiones sur y sudeste son las que presentan gotas de
lluvia de mayores tamaños y una capa mixta en la cual hay agua en estado
líquido y sólido más desarrollada. Según el investigador, ésa es la principal
razón de la mayor incidencia de descargas eléctricas en esos lugares.
En tanto, las
nubes de la Amazonia exhiben la capa de hielo de la cima –arriba de los 20
kilómetros de altura– más desarrollada que la de otras regiones. Las regiones
costeras, como Alcântara y Fortaleza, presentan en una mayor cantidad las
llamadas nubes calientes, en las cuales casi no hay descargas eléctricas.
“Fue el primer
remapeo de nubes realizado en Brasil. Toda la información servirá como base
para probar y desarrollar modelos capaces de describir pormenorizadamente la
formación de nubes, con alta resolución espacial y temporal”, concluyó el
investigador.
Source: WebSite Agência FAPESP - http://agencia.fapesp.br/
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