Investigadores Brasileños Están Estudiando las Estrellas Más Viejas en la Galaxia
Hola lector!
A continuación se muestra un artículo publicado hoy (18/06)
em website en español de la "Agencia FAPESP”, señalando que los investigadores brasileños están estudiando
las estrellas más antiguas en la galáxia.
Duda Falcão
Artículos
Estudian las Estrellas Más Antiguas de la Galaxia
Por José Tadeu Arantes
18 de junio de 2015
(Imagen: NASA)
Agência FAPESP – De acuerdo con la mayoría de los modelos, y también según evidencias
que aportan observaciones recientes, el bulbo es la primera estructura que se
forma en las galaxias espirales. Por ende, es al menos tan antiguo como el halo
que lo envuelve. Por eso mismo, el núcleo de la Vía Láctea albergaría las
estrellas más ancianas de nuestra galaxia, con edades superiores a los 13 mil
millones de años.
Esas estrellas
antiguas –consideradas de segunda generación, pues las de la primera generación
habrían desaparecido hace ya mucho tiempo, al explotar y enriquecer al medio
con elementos químicos sintetizados en sus interiores– serían testigos de la
infancia del Universo. De allí el gran interés que existe en estudiarlas.
Y éste es uno de
los objetivos del proyecto temático intitulado “Evolución química y poblaciones
estelares galácticas y extragalácticas mediante espectroscopia e imágenes”,
coordinado por Beatriz Barbuy, profesora titular del Instituto de Astronomía,
Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo (IAG-USP),
Brasil. Este proyecto, que se puso en marcha en 2011 y cuyo término está
previsto para este año, cuenta con el apoyo de la FAPESP.
“Se cree que la
primera generación de estrellas estuvo constituida por cuerpos masivos, que
rápidamente explotaron y poblaron el medio con elementos químicos procesados en
su interior. Las estrellas que se formaron a continuación, de masas normales,
habrían incorporado los elementos químicos producidos por la primera
generación. Esas poblaciones estelares de segunda generación, pobres en
metales, constituyen nuestros principales objetos de estudio”, dijo Barbuy en
declaraciones a Agência FAPESP.
El hecho de que
el núcleo sea presuntamente la estructura más antigua de la galaxia hace que la
búsqueda de las estrellas ancianas se concentre fundamentalmente en esa zona.
Pero los objetos de segunda generación también se buscan en el halo, donde se
constata la presencia de estrellas muy pobres en metales. Silvia Cristina
Fernandes Rossi, del IAG-USP, quien también integra el Proyecto Temático, ha
venido estudiando sistemáticamente esas estrellas del halo.
Como regla
general, podría considerarse que la metalicidad es un marcador de la longevidad
de una estrella, ya que el hecho de que sea rica en metales indica que ha
incorporado materiales sintetizados por estrellas de generaciones anteriores.
“Pero ese
razonamiento no puede aplicarse de manera mecánica, pues debido a la alta
concentración de estrellas en el bulbo galáctico, el enriquecimiento en
elementos químicos en esa región es mucho más rápido que en el halo”, ponderó
Barbuy.
En efecto, el
bulbo de la Vía Láctea es sumamente denso. Esa región de formato esferoidal,
con tan sólo 10 mil años luz de radio, concentra alrededor de 10¹º masas
solares, en tanto que la masa total de la Vía Láctea, estimada en 5,8×10¹¹ masas
solares, se distribuye en un enorme disco de un diámetro del orden de los 100
mil años luz.
“Las estrellas
se forman 10 veces más rápido en el núcleo que en las cercanías del Sol. Por
ese motivo, el medio se enriquece muy rápidamente, y hay pocas estrellas pobres
en metales en esa zona”, dijo Barbuy.
“En colaboración
con Cristina Chiappini, actualmente en el Leibniz-Institut für Astrophysik
Potsdam, de Alemania, y también con otros científicos, estamos desarrollando un
modelo de evolución química que muestra que el enriquecimiento rápido derivó en
la existencia de una población de bulbo muy antigua y con alta metalicidad. Las
estrellas de esa población pueden ser las más ancianas de la Galaxia”, dijo.
“En 2011 publicamos un artículo en Nature donde
postulábamos la hipótesis de que esas estrellas antiguas fueron enriquecidas
por estrellas masivas de alta rotación, a las que denominamos spinstars. Con Cesar Henrique Siqueira Mello
Junior arribamos
recientemente a la confirmación de esa hipótesis”, comentó Barbuy.
Hipernovas
Con una edad del
orden de los 13.700 millones de años, las spinstars se habrían formado poco
tiempo después del Big Bang. Concentrarían masas ocho o más veces mayores que
la masa solar y girarían alrededor de sus propios ejes a una velocidad
superficial de 1.800.000 kilómetros por hora.
A modo de
comparación, la velocidad superficial de rotación de esas estrellas masivas
ultrarrápidas sería 250 veces mayor que la del Sol, que es de 7.200 kilómetros
por hora.
Se cree que
habrían sobrevivido sólo durante 30 millones de años, lo que constituye un
lapso de tiempo sumamente corto en la escala del tiempo estelar. Al explotar,
al final de su ciclo de existencia, eyectaron materiales pesados hacia el
medio, con lo cual su metalicidad aumentó.
“Otra evidencia
que obtuvimos – Amâncio Friaça,
Carlos Roberto da Silveira y yo– indicó que el enriquecimiento de las estrellas
del bulbo galáctico puede haberse procesado por medio de hipernovas. Estas
estrellas, cuya explosión es 10 veces más energética que la de las supernovas
comunes, fueron definidas por el investigador japonés Kenichi Nomoto. Según
Nomoto y sus colaboradores, la altísima energía de explosión de las hipernovas
derivaría del hecho de que poseen previamente un agujero negro con alta
rotación en su centro”, dijo Barbuy.
Puede ser que
los términos spinstars e hipernovas sean tan sólo nombres diferentes asignados
a un mismo tipo de objetos. Pero esto aún no está probado. Friaça, Da Silveira
y Barbuy utilizaron el modelo de Nomoto para explicar la razón entre los
contenidos de cinc y hierro de 56 estrellas del núcleo galáctico. El artículo
al respecto fue presentado para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics.
Fuente: Sitio web de la Agencia FAPESP
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