Proyectos de Cohetería en Argentina
Hola lector!
He aquí un
interesante artículo publicado ayer (08/03) en el "Blog Argentina en el
Espacio", destacando los Proyectos de Cohetes en Argentina.
Duda Falcão
Proyectos de Cohetería en Argentina
Por Javier García
AgentinaEnElEspacio
08/03/2015
En más de una
oportunidad hemos recibido de nuestros lectores
solicitudes
pidiendo que publiquemos un artículo explicando cuales son
las diferencias
entre los distintos proyectos en materia de cohetería que
se están
llevando a cabo en nuestro país, y principalmente, pidiendo que
expliquemos
cuáles son las diferencia entre cada uno de ellos, algo que a
veces se presta
a confusión para el público no especializado en el tema.
Accediendo a
esta solicitud es que finalmente publicamos un breve informe
titulado “Proyectos
de Cohetería en Argentina”, en un intento de satisfacer
la inquietud de
nuestros lectores.
Cohetes Argentinos, 1961 - 2014.
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Actualmente
el país lleva adelante en forma paralela tres proyectos en materia de
cohetería; El Programa de Inyector Satelital para Cargas Útiles Livianas (ISCUL),
El proyecto Grandes Dimensiones Propulsante Compuesto (GRADICOM), y el Programa
de Acceso al Espacio para la Defensa. Veamos entonces cuales son las
características principales de cada uno de ellos.
Proyecto
GRADICOM
El proyecto Grandes Dimensiones
Propulsante Compuesto (GRADICOM) es de carácter dual (civil y
militar), y se desarrolla bajo la órbita del Ministerio de Defensa (MINDEF). La
institución encargada de liderarlo es el Instituto de Investigaciones
Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF).
El programa
tiene como objetivo principal el desarrollo de motores cohete de combustible
sólido, con miras a su utilización en cohetes sonda, lanzadores satelitales,
cohetes de artillería, y misiles.
Argentina
alcanzó un importante grado de avance en el desarrollo de motores de
combustible sólido hacia fines de los 80, el cual se vio forzado a abandonar
como consecuencia de las fuertes presiones políticas y económicas ejercidas por
parte de Estados Unidos, que actuando en complicidad con el gobierno de Carlos
Menem –este último oficiando de entreguista-, logró la cancelación del proyecto
y la imposición al país de abandonar las actividades en materia de cohetería.
El país abandonó de esta manera durante más de veinte años el desarrollo
tecnológico en materia de vectores, y en cierta manera, podría decirse que el
proyecto GRADICOM surge como un intento de recuperar el terreno perdido en la
materia.
El proyecto
busca recuperar y desarrollar conocimientos y capacidades en materia de
cohetería, como ser diseño estructural, electrónica, química de propulsantes,
aerodinámica, hidráulica, energía térmica y rampas de lanzamiento, de manera
que puedan ser transferidas luego al ámbito civil -cohetes sonda e inyectores
satelitales-, y al militar -misiles y cohetes de artillería-.
Junto a
CITEDEF participan en este proyecto otras instituciones del sector científico y
tecnológico nacional, como El Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) y el
Centro de Investigaciones Aplicadas de la Fuerza Aérea Argentina.
Es en el
marco de este proyecto que se efectúa en el año 2009 el lanzamiento del cohete
sonda GRADICOM I, un vector de una sola etapa cuya finalidad era la
homologación del motor Gradicom, y con el cual se esperaba alcanzar una altura
máxima -apogeo- de entre 40 y 60 km.
Posteriormente
en 2011, en un intento de lograr un mayor alcance -un apogeo de entre 90 y 100
km- se llevó a cabo el lanzamiento del cohete GRADICOM II, un vector de
mayor complejidad que su antecesor que constaba de dos etapas y módulo de carga
útil conteniendo un GPS y diversos sensores encargados de medir parámetros de
vuelo, temperatura, presión, etc.
Actualmente
se encuentra en desarrollo el GRADICOM III, vector de dos etapas, mayor
diámetro, y que incluirá además la recuperación de carga útil. Con el GRADICOM
III se espera alcanzar los 350 km de altura. El lanzamiento del mismo fue
anunciado por el MIDEF para ocurrir durante el año 2014, pero finalmente el año
transcurrió sin que hubiera novedades al respecto. De momento, se desconoce
cuál sería la fecha tentativa para el lanzamiento, aunque se especula que
podría acontecer durante el primer semestre del año en curso.
Programa de
Acceso al Espacio para la Defensa
Este
proyecto se desarrolla en el ámbito militar, bajo la órbita del Ministerio de
Defensa (MINDEF), y es liderado por la Dirección General de Investigación y
Desarrollo (DGID) de la Fuerza Aérea Argentina con participación del CITEDEF y
Fabricaciones Militares (FM).
El proyecto
persigue el objetivo de poder realizar en el espacio ultraterrestre acciones
tendientes a garantizar la defensa nacional; Observación terrestre,
comunicaciones, control de fronteras y del Área Económica Exclusiva del Mar
Argentino.
En dicho
marco se realiza en el año 2013 -haciendo uso de algunas tecnologías
desarrolladas a través del Proyecto Gradicom-, el lanzamiento del vector
Centenario, un cohete de una sola etapa, módulo de carga útil, propulsado por
un motor de combustible sólido. Este lanzamiento incluyó además la recuperación
del módulo de carga útil que llevaba a bordo diversos experimentos, por
ejemplo, para efectuar análisis meteorológicos y de vibraciones.
Diversas
instituciones participaron con sus experimentos en el módulo de carga útil; El
Instituto Universitario (IUA), La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la
Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Universidad Nacional del Comahue
(UNCOMA), y la Asociación Argentina de Tecnología Espacial (AATE).
La próxima
etapa del proyecto contempla el lanzamiento de un vector de dos etapas
denominado FAS 1500, cuyo lanzamiento fue anunciado por el MINDEF para ocurrir
durante el año en curso.
Uno de los
objetivos del Programa de Acceso al Espacio para la Defensa es el desarrollo de
una familia de cohetes sonda que puedan, a través del tiempo, escalar en tamaño
y capacidad, finalizando posiblemente en el desarrollo de un inyector satelital
de nano y microsatélites.
Programa de
Inyector Satelital para Cargas Útiles Livianas (ISCUL)
Este proyecto se desarrolla en el ámbito civil, bajo la órbita del Ministerio
de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (MINPLAN). La
institución encargada de liderarlo es la Comisión Nacional de Actividades
Espaciales (CONAE).
El ISCUL
tiene como finalidad la elaboración de todas las etapas necesarias para que el
país disponga de un lanzador satelital -denominado Tronador- con capacidad de
poner en órbita polar a una altura de 600 km, satélites de hasta 250 kg de peso
-serie SARE-, dentro de una estrategia de desarrollo satelital conocida como arquitectura
segmentada. De esta manera el país busca poder efectuar varios lanzamientos de
la serie SARE por año, y realizar además el lanzamiento de pequeños satélites
pertenecientes a otros países de la región.
Participan
asimismo del proyecto ISCUL un importante número de instituciones del sistema
científico y tecnológico nacional; el Centro de Investigaciones Ópticas
(CIOp), el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales
(INTEMA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), el Instituto
Universitario Aeronáutico (IUA), y el Departamento de Electrotecnia y el Grupo
de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la Universidad Nacional de La
Plata (UNLP), el Grupo de Procesamiento de Señales, Identificación y Control
(GPSIC) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Diversas
empresas del sector público y privado tienen también participación en el
proyecto, ya sea en el desarrollo de componentes para el lanzador o de aquellos
destinados a la construcción de las facilidades auxiliares del mismo -área de
ensayos de motores, área de integración final del lanzador con el satélite,
plataforma de lanzamiento, planta de producción de propelentes-.
Una etapa
posterior del proyecto ISCUL contempla el desarrollo de un inyector satelital
de mayor porte y mayor capacidad de carga -hasta 1000 kg en órbita LEO-,
denominado Tronador III. Si bien la información oficial al respecto es muy
escasa –por no decir nula-, se especula que se trataría de un vector híbrido
con aceleradores –conocidos como “boosters”- de combustible sólido en la
primera etapa, mientras que utilizaría combustible líquido en las etapas
superiores. En este punto -boosters de combustible sólido- es donde el proyecto
ISCUL se estaría beneficiando de una capacidad desarrollada mediante el
proyecto GRADICOM.
En el marco
del proyecto ISCUL se realizaron diversos lanzamientos de vectores que han ido
escalando en tamaño y capacidad. En el año 2007 se lanza el Tronador I, un
pequeño cohete que apenas superaba los 3 metros de longitud con motor e
combustible líquido, que si bien no fue el primer motor cohete de este
tipo desarrollado en el país, si fue el primero en ser utilizado para impulsar
un cohete sonda.
Con
diferentes grados de éxito –lanzamientos exitosos y fallidos- se llevaron a
cabo luego diversos lanzamientos; Tronador 1b, T4000, Vex-1A y Vex-1B,
estimándose el próximo -Vex-5A- para acontecer durante el primer semestre de
este año.
El Tronador
ha alcanzado en la actualidad un importante grado de madurez mediante el cual
el país ha logrado desarrollar y dominar tecnologías que resultan fundamentales
para el éxito del proyecto ISCUL. De no mediar una decisión política en sentido
contrario, el proyecto ISCUL debiera poder colocar su primera carga en órbita
en el mediano plazo.
Proyectos
Complementarios
Los tres
proyectos en curso son complementarios y cada una de ellos responde a
necesidades específicas -ya sea del ámbito civil o militar-, de distintos
organismos e instituciones del Estado. Valiéndose de los productos y
desarrollos tecnológicos resultantes de los proyectos de cohetería, éstos
confían en poder cumplir con ambiciosos programas –algunos de los cuales son
política de Estado- haciendo uso de tecnologías desarrolladas localmente.
Fonte: Blog “Argentina em el Espacio” - http://argentinaenelespacio.blogspot.com.br/
Comentario en español: Lector Bueno, verlos allí que los
argentinos están haciendo en el área de cohetes. Espero sinceramente que el
próximo gobierno argentino es consecuencia de trabajos realizados hasta ahora
por los dos gobiernos Krichiners, ya que en Brasil la única luz al final del
túnel todavía queda se conoce con el nombre de VLM-1 cohete, y sin embargo, sin
ningún compromiso gobierno para garantizar los dientes reales. En otras
palabras, el sueño brasileño comienza a desaparecer o se prolongue durante
años, al igual que con el VLS-1 cohete.
Comentário em Português:
Pois é leitor, veja aí os que os argentinos estão fazendo na área de foguetes.
Sinceramente espero que o próximo governo argentino dê sequência ao trabalho
até agora realizado pelos dois governos Krichiners, já que no Brasil a única
luz no final do Túnel que ainda resta atende pelo nome de foguete VLM-1, e
mesmo assim, sem qualquer compromisso do governo que garanta a sua real
concretização. Em outras palavras, o sonho brasileiro começa a se apagar ou vai
se arrastar por anos, como aconteceu com o foguete VLS-1.
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