Brasil Construye la Segunda Mayor Cámara de Observación Astronómica del Mundo
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A continuación se muestra un artículo publicado hoy (23/04)
em website en español de la "Agencia FAPESP", señalando que Brasil
construye la segunda mayor cámara de observación astronómica del mundo.
Duda Falcão
Artículos
Brasil Construye la Segunda Mayor Cámara
de Observación
Astronómica del Mundo
Por Elton Alisson
23 de abril de 2015
(Foto: Centro de Estudios de Física del
Cosmos de Aragón)
El Observatorio Astronómico de Javalambre, en España.
|
Agência FAPESP – En los próximos meses, el Observatorio
Astronómico de Javalambre (OAJ), ubicado en la comunidad autónoma de Aragón, en
España, iniciará un mapeo del Universo observable a partir del hemisferio Norte
–que se extenderá durante cuatro años, con el objetivo de producir un mapa
tridimensional con centenas de millones de galaxias–, que abarca una quinta
parte de todo el cielo del planeta.
A tal fin, se
utilizarán dos telescopios con un gran campo de visión: uno menor –con un
espejo de 80 centímetros de diámetro y una cámara de 85 megapíxeles (millones
de píxeles) acoplada– y un telescopio principal, con un espejo de 2,5 metros de
diámetro, equipado con una cámara de 1,2 gigapixeles (mil millones de píxeles),
con capacidad para producir imágenes en 59 colores de cada estrella, galaxia,
cuásar, supernova u objeto observado del sistema solar.
La cámara óptica
de 1,2 gigapíxeles, denominada JPCam, será la segunda en tamaño en el mundo
para uso en astronomía: la más grande en operación tiene 1,4 gigapíxeles y se
encuentra instalada en el telescopio Panoramic Survey Telescope and Rapid
Response Systen (Pan-STARRS), de la University of Hawaii. Hay una cámara aún
mayor en construcción, con una capacidad de 3,2 gigapixeles, que se utilizará
en el Large Synoptic Survey Telescope (LSST), pero está previsto que entre en
actividad en 2022 en Chile.
Tanto la JPCan
como la cámara de 85 megapíxeles se están construyendo con la participación de
científicos brasileños, en el marco del Proyecto Temático intitulado “El Universo en 3D: astrofísica
con grandes mapeos de galaxias”, que cuenta con el apoyo
de la FAPESP.
“La JPCan
permitirá producir imágenes en 59 colores casi que de cada pixel del cielo
observado, lo que es algo absolutamente novedoso”, sostuvo Laerte Sodré Junior,
docente del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la
Universidad de São Paulo (IAG-USP) y coordinador del Proyecto Temático.
“Ya existen
instrumentos astronómicos que hacen eso, pero en una región minúscula del
cielo, y no con la cantidad de filtros de imágenes que tendrá la JPCan. De este
modo, será posible abrir una nueva ventana en la Astronomía”, declaró Sodré a Agência FAPESP.
Los científicos
brasileños se encargan de la parte mecánica de la cámara, lo que incluye un
dispositivo que controlará la entrada de luz y las bandejas de filtros de
imágenes de 14 detectores. Una empresa inglesa contratada en el marco de esta
colaboración astronómica, que cuenta con la participación de universidades e
instituciones de investigación de Brasil y de España,
construirá el subsistema óptico del instrumento.
La participación
brasileña en el proyecto está financiada por la FAPESP y por otras
instituciones de fomento de la investigación científica del país. "El
gobierno de España financió la construcción del observatorio y de los
telescopios, y Brasil se hizo cargo de la construcción de las cámaras",
dijo Sodré.
La cámara JPCan
es uno de los instrumentos que científicos brasileños están elaborando para su
aplicación en grandes proyectos de observación astronómica y que entrarán en
operación durante los próximos años.
Otro grupo de
investigadores del IAG-USP, en colaboración con el Instituto Nacional de
Investigaciones Espaciales (Inpe, por sus siglas en portugués), el Observatorio
Nacional (ON) y el Laboratorio Nacional de Astrofísica (LNA), también está
desarrollando una cámara de 85 megapíxeles que se acoplará a un nuevo
telescopio, con un espejo de 87 centímetros de diámetro, que se está erigiendo
en el Observatorio Internacional de Cerro Tololo, en Chile, con el apoyo de la FAPESP.
El telescopio de
Cerro Tololo mapeará durante entre tres y cuatro años el Universo observable en
el hemisferio Sur, y completará las observaciones que se realicen con el
telescopio menor del Observatorio Astronómico de Javalambre.
De este modo,
será posible observar otra séptima del cielo completo, cubriendo así toda la
región visible del espectro electromagnético, según afirman los científicos del
área.
“El telescopio
del Observatorio Internacional de Cerro Tololo empezará a producir datos en
agosto”, dijo Sodré. “Este mapeo astronómico resultará en descubrimientos
sumamente importantes para la astronomía”, estimó.
El investigador
fue uno de los participantes en el “Workshop for Advanced Instrumentation for
Astronomy”, realizado por la FAPESP en colaboración con la Netherlands
Organisation for Scientific Research (NWO) de Holanda el pasado 16 de marzo, en
el auditorio de la Fundación.
Uno de los
objetivos del encuentro consistió en explorar oportunidades de colaboración
entre científicos e ingenieros de Brasil y de Holanda en instrumentación
científica avanzada para Astronomía, que podrán contribuir con los programas de
apoyo a la investigación del área financiados por ambos organismos de fomento.
Una Nueva Era
De acuerdo con
Sodré, los primeros instrumentos científicos para proyectos astronómicos
desarrollados en Brasil eran para los telescopios del Observatorio de Pico dos
Dias, en Minas Gerais, inaugurado en 1980, cuya operación y mantenimiento está
a cargo del Laboratorio Nacional de Astrofísica (LNA).
El desarrollo de
la mayoría de los instrumentos estuvo a cargo de las propias universidades e
instituciones de investigación científica, pues por ese entonces no existía aún
un modelo de colaboración con empresas, explicó João Steiner, docente del
IAG-USP.
“En aquel tiempo
no había tal posibilidad, y cada universidad o institución de investigación
tenía sus propios talleres mecánicos y electrónicos, y contaba con sus
ingenieros: desarrollaban todo por cuenta propia. La contratación de servicios
de empresas recién empezó a mediados de la década de 1980”, dijo Steiner.
De acuerdo con
los investigadores, una “nueva era” en el desarrollo de la instrumentación
científica para proyectos astronómicos comenzó en los años 2000, cuando fueron
inaugurados el Observatorio Gemini –cuyas operaciones empezaron en 2004 con dos
telescopios “gemelos”, uno en los Andes chilenos y otro en Hawái– y el Southern
Observatory for Astrophysical Research (SOAR, por sus siglas en inglés) en los
Andes, en 2005.
Brasil cuenta
con un 6,5% de participación en las observaciones del Gemini, cuyos telescopios
tienen espejos principales de 8,1 metros de diámetro. En el SOAR, con un espejo
de 4,2 metros de diámetro, la participación brasileña asciende al 30%. La
participación de científicos brasileños en ambos observatorios es posible
mediante la financiación de la FAPESP y de otras instituciones de fomento de la
investigación científica nacionales.
“Pese al éxito
científico de la participación brasileña del 6,5% en las observaciones y el 12%
de las publicaciones de artículos que son producto de investigaciones
realizadas en el observatorio en 2014, no nos ha ido muy bien con las
estrategias tendientes al desarrollo de instrumentación científica en el
Gemini; pero hemos aprendido algunas lecciones acerca de cómo no hay que hacer
ciertas cosas”, dijo Steiner. “En tanto, en el SOAR nos percatamos que el mejor
camino consiste en contratar industrias para ayudar a desarrollar instrumentos
científicos.”
Los
investigadores brasileños colaboraron en la construcción de tres espectrógrafos
ópticos para el telescopio del SOAR.
El primero de
éstos, un espectrógrafo de alta resolución espacial con unidad de campo integral,
se desarrolló en el marco del proyecto “Construcción de dos
espectrógrafos ópticos para el telescopio SOAR”.
El segundo es el
generador de imágenes Brazilian Tunable Filter (BTFI), desarrollado en el marco
del proyecto intitulado “El generador de imágenes tunable
filter para el SOAR: Etapa 1”.
Y el tercer
espectrógrafo, el Steles –el primero de alta resolución brasileño–, se
desarrolló en el ámbito del proyecto “Construcción de dos
espectrógrafos ópticos para el telescopio SOAR” (lea más en: http://agencia.fapesp.br/19929).
“Hemos
desarrollado muchos espectrógrafos alimentados por fibra óptica, lo nos hizo
adquirir experiencia en Brasil para la construcción de instrumentos científicos
que emplean este tipo de material”, dijo Sodré.
“Esto también
nos habilitó para participar en proyectos internacionales de mucho mayor porte
que aquéllos en los que estábamos acostumbrados a participar”, afirmó.
Uno de esos
grandes proyectos es el del desarrollo del subsistema de fibra óptica para el
nuevo espectrógrafo del telescopio japonés Subaru, con un espejo de 8,2 metros
de diámetro, en Mauna Kea, en Hawái.
El telescopio
japonés realizará entre 2019 y 2023 un mapeo de galaxias con miras a entender
la naturaleza de la energía escura, responsable de la expansión acelerada del
Universo, e incrementar el conocimiento acerca de cómo se formaron los primeros
conglomerados de estrellas.
Aparte de este
proyecto, científicos de universidades e instituciones de investigación
brasileñas también participarán en el desarrollo de instrumentación científica
para el radiotelescopio del proyecto Long Latin American Millimetric Array (Llama), en Argentina, con fecha
prevista para entrar en operación en 2021 (lea más en http://agencia.fapesp.br/19591).
Otros proyectos
astronómicos con participación brasileña son el Cherenkov Telescope Array (CTA)
–el mayor observatorio del mundo dedicado al estudio de cuerpos celestes que
emiten radiación gamma, con su construcción prevista hasta el año 2020 en los
hemisferios Sur y Norte– y el Giant Magellan Telescope (GMT), uno de los más
grandes telescopios del mundo, que empezará a construirse en Chile este año y
entrará en operación en 2021 (lea más sobre el CTA, en
portugués, en: http://agencia.fapesp.br/16674).
La FAPESP
destinará 40 millones de dólares a este proyecto, monto que equivale
aproximadamente al 4% de su costo total estimado. Dicha inversión les asegurará
el 4% del tiempo de operación del GMT a trabajos realizados por científicos de
São Paulo, además de un escaño en el consejo del consorcio (lea más en: http://agencia.fapesp.br/19590).
“Existe la
posibilidad de que industrias brasileñas participen en la construcción de la
cúpula del telescopio, que será una estructura compuesta por 4 mil toneladas de
acero”, dijo Steiner.
“Asimismo,
asumiremos la responsabilidad de desarrollar algunos instrumentos científicos
que comprenden tecnologías muy típicas del sector aeroespacial”, afirmó.
De acuerdo con
el profesor, la participación de científicos brasileños en el desarrollo de
instrumentación científica para el GMT ya estaba prevista desde el comienzo de
las negociaciones para la adhesión de Brasil al proyecto.
“No basta sólo
con usar los telescopios y los instrumentos científicos que se desarrollan en
otros países. Debemos aprender a fabricar esos instrumentos y adquirir cada vez
más experiencia en el desarrollo de tecnologías relacionadas con la astronomía,
pero que pueden tener aplicaciones en otros sectores”, sostuvo.
(Fotos: Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón)
El
Observatorio Astronómico de Javalambre, en España.
|
(Illustration: GMT)
El
Giant Magellan Telescope se construirá en Chile.
|
Fuente: Sitio web de la Agencia FAPESP
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