Científicos Brasileños Desarrollan Un Microchip Para el LHC
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A continuación se muestra un artículo publicado hoy (09/07)
em website en español de la "Agencia FAPESP”, señalando que Científicos Brasileños desarrollan un Microchip
para el LHC.
Duda Falcão
Artículos
Científicos
Brasileños Desarrollan
Un Microchip Para el LHC
Por Elton Alisson
09 de julio de 2015
(Foto: Marcos Santos/ USP Imágenes)
El chip Sampa, proyectado para efectuar la lectura de
datos de
detectores por gas tales como el TPC y el Muon Chamber.
|
Agência
FAPESP – Investigadores
del Instituto de Física (IF) y de la Escuela Politécnica (Poli) de la
Universidad de São Paulo (USP), en colaboración con el Instituto Tecnológico de
Aeronáutica (ITA) y el Instituto de Física Gleb Wataghin de la Universidad de
Campinas (Unicamp), están desarrollando un microchip que se utilizará en uno de
los experimentos del mayor acelerador de partículas del mundo, el Gran
Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), de la Organización
Europea para la Investigación Nuclear (CERN), con sede en Suiza.
La segunda
versión del prototipo del chip, desarrollado en el marco del “Proyecto de un Asic de
adquisición y procesamiento digital de señales para el Time Projection Chamber
del Experimento ALICE”, que cuenta con el apoyo de la FAPESP,
estará lista durante este mes de julio.
“La idea es
que esta segunda versión del prototipo del chip pase por pruebas en septiembre
y, si todo marcha bien, la producción comenzará en 2016”, dijo Marcelo Gameiro
Munhoz, docente del IF-USP que participa en el proyecto, en declaraciones a Agência
FAPESP.
De acuerdo con
el profesor, el chip, al que se le ha puesto el nombre de Sampa, se utilizará
en el ALICE (las siglas de A Large Ion Collider Experiment), uno de los
cuatro grandes experimentos del LHC, que en el cual participan alrededor de
1.300 científicos de más de 30 instituciones de investigación del mundo, el
IF-USP inclusive.
El experimento
pasará durante los próximos años por un proceso de actualización, con el
objetivo de estudiar fenómenos más raros generados por partículas producidas en
colisiones de iones pesados a partir de 2020, cuando se elevará el nivel de
producción de colisiones en el LHC de 500 hercios (Hz) a alrededor de 50
kilohercios (kHz).
“El LHC
interrumpió sus actividades en 2013 y está ahora reanudándolas para incrementar
la energía en el centro de masa del colisionador [de entre 7 y 8
teraelectronvoltios (TeV) a 13 TeV]”, explicó Gameiro Munhoz.
“Entre 2018 y
2019 está prevista una nueva paralización con el objetivo de elevar el nivel de
colisiones del acelerador. Pero, para ello, el ALICE también debe pasar por un
proceso de actualización, pues el actual sistema de detección del experimento
no logrará funcionar con el aumento del índice de colisiones”, añadió.
Según el
profesor, una de las alteraciones que deberán efectuarse en el ALICE durante
los próximos años reside en los dispositivos microelectrónicos –los chips–
integrados a dos de los detectores empleados en el experimento: el TPC (las
siglas de Time Projection Chamber) –el principal sistema de
reconstrucción de las trayectorias de las partículas del experimento– y el Muon
Chamber, un detector frontal de muones (partículas parecidas a los electrones,
pero 200 veces más pesadas).
A los efectos
de lograr detectar la gran cantidad de colisiones de iones pesados que se
generarán en el LHC a partir de 2020, los chips conectados al TPC y al Muon
Chamber deberán funcionar continuamente, sin emplear el denominado trigger –o
gatillo en castellano–, el sistema utilizado para identificar los eventos en un
detector de partículas, que se grabarán para su posterior análisis.
“El trigger
dispara una señal que indica que se produjo una colisión de partículas en
el detector y, normalmente, los chips conectados al TPC y al Muon Chamber
comienzan a procesar y almacenar datos recién cuando llega esa señal”, explicó
Gameiro Munhoz.
“Con la
elevación del índice de colisiones, los chips empezarán a adquirir datos en
forma continua, sin necesidad de un gatillo que apunte cuándo deben comenzar a
operar”, afirmó.
Múltiples Funciones
De acuerdo con
Gameiro Munhoz, el chip Sampa se proyectó para efectuar la lectura de datos de
detectores de gas como el TPC y el Muon Chamber.
Ambos
detectores poseen una cámara con gas, el cual al ser atravesado por una
partícula, es ionizado, es decir, la partícula le toma sus electrones.
Un sensor
ubicado en el extremo de los detectores multiplica la cantidad de electrones
extraídos del gas y genera un pulso de carga que es captado por un conjunto de
chips conectados actualmente al TPC y al Muon Chamber, que amplifica y le da
forma a esa señal.
Luego otro grupo
de chips transforma dicha señal en un conjunto de bits y realiza un pre
procesamiento digital de esos datos, con el fin de disminuir la cantidad de
información que se almacenará y cuyo análisis posterior estará a cargo de los
científicos que participan en el experimento, explicó Gameiro Munhoz.
“El gran reto
del Sampa consistirá en integrar en un mismo circuito electrónico ese conjunto
de funciones que actualmente desempeñan varios chips”, afirmó.
Se producirán
80 mil chips para la instrumentación de los detectores TPC y Muon Chamber, con
un costo estimado en un millón de dólares.
El chip,
elaborado en silicio, mide 9 milímetros (mm) de longitud por 9 mm de ancho. Su
fabricación estará a cargo de una empresa de Taiwán, toda vez que no existe una
industria en Brasil con capacidad de producir chips con las especificaciones
del Sampa.
“Como el
desafío del Sampa consiste en integrar diversas funciones en un único chip, se
requiere contar con una tecnología avanzada para hacer que quepa todo en un
mismo circuito electrónico”, dijo Gameiro Munhoz.
De acuerdo con
el profesor, la inversión de un millón de dólares destinada a producir el chip
representará un 0,5% del costo total del ALICE, presupuestado en 200 millones
de dólares, y constituirá el primer aporte en instrumentación para el
experimento a cargo del grupo de científicos brasileños participantes en el
mismo.
“Nosotros nos
integramos al ALICE en 2006, y desde entonces tenemos acceso a los mismos datos
de cualquier otro asociado del experimento; y hemos realizado investigaciones
científicas en colaboración. Sin embargo, hasta ahora no habíamos logrado
colaborar en la construcción de los detectores”, afirmó Gameiro Munhoz.
El experimento
ALICE se orienta al estudio del llamado plasma de quarks y gluones, un estado
de la materia que se estima que haya existido durante los primeros
microsegundos luego del nacimiento del Universo, el Big Bang.
Los quarks y
los gluones se encuentran siempre confinados dentro de hadrones –tal como se
les denomina a las partículas de gran masa, tales como los protones, los
neutrones y el mesón pi–, que nunca se han observado en estado libre, fuera de
esas partículas.
Al formar un
plasma de quarks y gluones en laboratorio, sería posible crear una
“sopa” de esas partículas no confinadas en los hadrones y estudiar el fenómeno
del confinamiento, que constituye aún un misterio para la Física, afirmó
Gameiro Munhoz.
“Como el ALICE
se aboca más a medir la trayectoria de las partículas producidas en colisiones
de núcleos, que son centenas de veces más numerosas que en las colisiones de
protones, el experimento genera un conjunto mayor de datos por colisión que
otros experimentos del LHC como el ATLAS y el CMS [que en 2012 comprobaron
la existencia del bosón de Higgs, una partícula que explica el origen de la
masa de las partículas elementales], afirmó.
“El chip Sampa
deberá operar con una cantidad aún mayor de datos que se generarán en el
experimento a partir de 2020”, sostuvo.
De acuerdo con
el científico, aparte del ALICE, existen otros experimentos fuera del LHC
interesados en el chip Sampa: ése es el caso del Solenoidal Tracker At RHIC
(Star) del acelerador Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC), con sede en
Estados Unidos.
Y aparte de su
uso en detectores de partículas, se encuentran en estudio otras aplicaciones
del chip, como por ejemplo producir imágenes de rayos X “en colores” –que
registran la frecuencia de los rayos X emitidos– y en la medición de neutrones
emitidos en reactores nucleares.
“Como el chip
Sampa es bastante compacto, el dispositivo es muy útil en la instrumentación de
detectores grandes como los del experimento ALICE, y también de detectores de
neutrones orientados hacia la neutrongrafía [la técnica de obtención de
imágenes mediante neutrones]”, afirmó Gameiro Munhoz.
Fuente: Sitio web de la Agencia FAPESP
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