Brasileños Integran el Consorcio Que Observó Ondas Gravitacionales y Agujeros Negros
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A continuación se muestra un artículo publicado hoy (10/03)
em website en español de la "Agencia FAPESP”, señalando que Brasileños integran el consorcio que observó Ondas Gravitacionales y Agujeros Negros.
Duda Falcão
Artículos
Brasileños
Integran el Consorcio Que Observó
Ondas Gravitacionales y Agujeros Negros
Por Elton Alisson
Agência FAPESP
10 de marzo de
2016
(Imagen:
LIGO)
Estos descubrimientos abren nuevas perspectivas para el
estudio del Universo. El proyecto de colaboración
internacional contó con el
apoyo de la FAPESP.
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Luego de una
serie de rumores que circularon durante los últimos meses, un consorcio
científico internacional integrado por investigadores de Brasil confirmó el
pasado 11 de febrero que había realizado la primera detección directa de ondas
gravitacionales –las oscilaciones del espacio-tiempo previstas por Albert
Einstein (1879-1955) hace un siglo– generadas por la colisión y la fusión de
dos agujeros negros.
Dicho anuncio
estuvo a cargo de científicos que integran el proyecto Ligo (las siglas en
inglés de Láser Interferometer Gravitacional-wave Observatory) durante
una conferencia de prensa organizada por la National Science Foundation (NSF)
en Washington, Estados Unidos, y salió publicado en un artículo de la revista Physical
Review Letters.
Esta
colaboración científica reúne a más de mil científicos de más de 90
universidades e instituciones de investigación de 15 países además de Estados
Unidos.
Entre los
participantes en el proyecto se encuentran Odylio Denys de Aguiar, Marcio Constâncio Júnior, César Augusto Costa, Allan Douglas dos Santos Silva, Elvis Camilo Ferreira y
Marcos André Okada, todos del Instituto Nacional de Investigaciones
Espaciales (Inpe, por sus siglas en portugués), y Riccardo Sturani, investigador del Instituto de Física
Teórica de la Universidade Estadual Paulista (IFT-Unesp), en Brasil.
Los
investigadores brasileños participan en la colaboración científica Ligo en el
marco de proyectos que cuentan con el apoyo de la FAPESP.
“Señoras y
señores, hemos detectado ondas gravitacionales. Lo logramos”, anunció David
Reitze, director ejecutivo del proyecto Ligo, durante el evento.
Mediante el
empleo de los detectores gemelos del proyecto Ligo, situados uno en Livingston,
estado de Luisiana, y el otro en Hanford, en Washington, ambos en Estados
Unidos –emplazados a tres mil kilómetros de distancia uno del otro–, los
científicos afirmaron haber observado por primera vez ondas gravitacionales
emitidas por un cataclismo denominado GW 150914, en una galaxia situada a más
de mil millones de años luz de la Tierra.
Los detectores
del Ligo captaron las ondas gravitacionales el 14 de septiembre de 2015 a las
6:51, horario de Brasilia.
Los
investigadores afirmaron que las ondas gravitacionales se produjeron durante
los momentos finales de la fusión de dos agujeros negros que giraron uno
alrededor del otro como dos trompos, irradiando energía de esta forma.
Esas ondas
gravitacionales tienen un sonido característico al que se le da el nombre de
señal sonora, que puede utilizarse para medir las masas de ambos objetos.
Luego de girar
uno alrededor del otro, ambos agujeros negros se fundieron en uno y más masivo
agujero negro en rotación.
Los
científicos estiman que la energía pico liberada bajo la forma de ondas
gravitacionales durante los momentos finales de la fusión de los agujeros
negros fue diez veces mayor que la luminosidad combinada (la tasa de liberación
de energía en forma de luz) de todas las galaxias existentes en el Universo
observable.
“Fue la
primera vez que se observa esto”, afirmó Reitze. “Los agujeros negros tienen
sólo 150 kilómetros de diámetro, pero 30 veces la masa del Sol. Cuando se
funden, se produce una gran explosión de ondas gravitacionales”, explicó.
El Sistema
de Detección
La existencia
de las ondas gravitacionales, causadas por algunos de los fenómenos más
violentos del Cosmos, tales como colisiones y fusiones de estrellas masivas
compactas, fue prevista por Einstein en 1915, en su Teoría General de la
Relatividad.
El científico
postuló que los objetos masivos acelerados distorsionaban el espacio-tiempo,
produciendo alteraciones en el campo gravitacional –las ondas gravitacionales–
que se desplazan hacia fuera de la masa y viajan a la velocidad de la luz a
través del Universo, transportando información sobre sus orígenes, aparte de
suministrar pistas valiosas sobre la naturaleza de la propia gravedad.
Con todo, esas
ondas gravitacionales tienen una amplitud un millón de veces menor que el
diámetro de un protón. Llegan a la Tierra con una amplitud muy pequeña.
Con el fin de
intentar detectar y localizar fuentes de ondas gravitacionales, los científicos
utilizaron una técnica conocida como interferometría de láser, en la cual se
utilizan detectores alejados entre sí para medir las diferencias de las
observaciones.
De esta
manera, con los detectores del Ligo –desarrollados y operados por el
Masachusetts Institute of Technology (MIT) y el California Institute of
Technology (Caltech), ambos de Estados Unidos–, lograron observar las ondas
gravitacionales producidas por la colisión y la fusión de dos agujeros negros a
alrededor de 1.300 millones de años luz de la Tierra, que fueron convertidas en
fragmentos sonoros.
“Esa primera
observación de las ondas gravitacionales abre una nueva ventana de observación
del Universo y marca el comienzo de una nueva era en la investigación en
Astronomía y Astrofísica”, sostuvo César Augusto Costa, investigador del Inpe.
El grupo de
científicos del Inpe, encabezado por Aguiar, trabaja en el perfeccionamiento de
la instrumentación de aislamiento vibracional del Ligo, que operará con
aparatos refrigerados, y en la caracterización de los detectores, en busca de
determinar fuentes de ruido.
En tanto, el
grupo del IFT-Unesp, dirigido por Sturani, trabaja en el modelado y el análisis
de los datos de señales de sistemas estelares binarios coalescentes.
Este modelado
es particularmente importante, pues las ondas gravitacionales tienen una
interacción muy débil con toda la materia, lo cual hace necesarias –aparte de
los detectores de alto desempeño– técnicas de análisis eficaces y un modelado
teórico preciso de las señales, explicó Sturani.
“Esta primera
observación de las ondas gravitacionales en el Ligo es producto de una toma de
datos que se concretó entre agosto y septiembre del año pasado. La última toma
de datos culminó ahora en enero y el análisis completo saldrá publicado en
abril”, dijo.
Además del
artículo que salió en la revista Physical Review Letters, los
científicos publicarán en los próximos meses otros doce resultados de la
colaboración.
Puede leerse
el artículo intitulado Observation of Gravitational Waves from a Binary
Black Hole Merger (doi: http://dx.doi.org/10.1103/PhysRevLett.116.061102),
de LIGO Scientific Collaboration y Virgo Collaboration, en el siguiente enlace: http://link.aps.org/doi/10.1103/PhysRevLett.116.061102.
(Imagen:
NASA Ames Research Center/ PRL)
(Foto: NSF)
Vista aérea del detector LIGO en Hanford,
|
Fuente: Sitio web de la Agencia FAPESP
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