La NASA Lanza Un Telescopio Brasileño Para Observar el Sol
Hola lector!
A continuación se muestra un artículo publicado dìa (25/02)
em website en español de la "Agencia FAPESP”, señalando que la NASA lanza
un telescopio brasileño para observar el Sol.
Duda Falcão
Artículos
La NASA Lanza Un Telescopio
Brasileño Para Observar el
Sol
Por Elton Alisson
Agência FAPESP
25 de febrero de 2016
(Ilustración: NASA)
El pasado 18
de enero, la NASA –la agencia espacial de Estados Unidos– lanzó con éxito un
globo estratosférico que transporta dos aparatos científicos con el objetivo de
estudiar el Sol. Dicho lanzamiento se concretó en McMurdo, la base
estadounidense en la Antártida.
Uno de los
aparatos es el Solar-T: un telescopio fotométrico doble, proyectado y
construido en Brasil por científicos del Centro de Radioastronomía y
Astrofísica Mackenzie (CRAAM), de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, en
colaboración con colegas del Centro de Componentes Semiconductores de la
Universidad de Campinas (UNICAMP).
El otro
instrumento es el experimento de rayos X y gamma GRIPS (las siglas en inglés de
Gamma-ray Imager / Polarimeter for Solar Flares), de la
University of California en Berkeley, Estados Unidos, al cual el Solar-T está
acoplado.
El Solar-T,
desarrollado con el apoyo de la FAPESP en el marco de un Proyecto Temático y de una Ayuda a la Investigación-Regular, es el primer
instrumento científico de este género construido en Brasil, al cabo de 15 años
de investigación y desarrollo.
Aparte del
aporte de la FAPESP, este proyecto contó con recursos del Fondo Mackenzie de
Investigación (llamado MackPesquisa), del Consejo Nacional de Desarrollo
Científico y Tecnológico (CNPq), de la Coordinación de Perfeccionamiento del
Personal de Nivel Superior (Capes), de la NASA, del AFOSR (siglas en inglés de
Air Force Office of Scientific Research) de Estados Unidos y del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.
“El desarrollo
del Solar-T constituye una oportunidad para la calificación brasileña en
tecnología espacial avanzada, que puede dar origen a nuevos proyectos en
satélites, por ejemplo, y generar aportes cuyo destino es la Estación Espacial
Internacional”, declaró Pierre Kaufmann, investigador del CRAAN y coordinador
del proyecto, a Agência FAPESP.
“Estamos
desarrollando un proyecto en colaboración con el Instituto Lebedev de Moscú
para instalar telescopios de detección de frecuencias en terahercios en la
Estación Espacial Internacional, y el éxito de la misión del Solar-T constituye
una condición necesaria para la calificación de la tecnología que
desarrollamos”, afirmó.
El globo
estratosférico que transporta al Solar-T y al GRIPS –que juntos pesan más de
tres toneladas– vuela a una altura de 40 mil metros y circunnavegará la
Antártida durante un lapso de entre 20 y 30 días.
Mientras
sobrevuela el continente helado, el Solar-T captará la energía que emana de las
explosiones solares en dos frecuencias inéditas: de 3 y de 7 terahercios (THz),
que corresponden a una fracción de la radiación infrarroja lejana.
Esta franja de
radiación, situada en el espectro electromagnético entre la luz visible y las
ondas de radio, permite observar más fácilmente la ocurrencia de explosiones
asociadas a los campos magnéticos de las regiones activas del Sol, que muchas
veces lanzan chorros de partículas con carga negativa (electrones) aceleradas a
grandes velocidades en dirección hacia la Tierra.
En las
cercanías del planeta, esas partículas obstaculizan el funcionamiento de
satélites de telecomunicaciones y de GPS y producen las auroras australes y
boreales.
La radiación
de las explosiones en esa franja del infrarrojo lejano también permite
concretar un nuevo abordaje con miras a investigar fenómenos que producen
energía en regiones activas que se ubican entre la superficie del Sol, la
fotósfera, donde la temperatura no pasa de los 5.700 grados, y las capas
superiores y más calientes: la cromósfera, donde las temperaturas llegan a los
20 mil grados, y la corona, a más de un millón de grados (lea más).
“Resulta
imposible medir estas frecuencias de 3 y 7 terahercios desde el nivel del
suelo, porque son bloqueadas por la atmósfera. Es necesario ir al espacio para
medirlas”, dijo Kaufmann.
Para realizar
las mediciones, el Solar-T cuenta con un aparato compuesto por dos fotómetros
(medidores de intensidad de fotones), recolectores y filtros cuya función
consiste en bloquear radiaciones de frecuencias indeseables (el infrarrojo
cercano y la luz visible), que podrían enmascarar el fenómeno, y seleccionar
las frecuencias de 3 y 7 terahercios (lea más).
Los datos
recabados por el telescopio fotométrico se almacenan en dos computadoras a
bordo del globo y se transmiten compactados a la Tierra mediante un sistema de
telemetría, a través de la red de satélites Iridium. La información transmitida
a la Tierra queda grabada en dos computadoras del CRAMM.
“La
transmisión de los datos recabados por el Solar-T a la Tierra asegura obtención
de la información recolectada en caso de que no sea posible recuperar las
computadoras que van a bordo del globo, ya que las chances son muy bajas”,
afirmó Kaufmann. “La Antártida es más grande que Brasil, hay poquísimos lugares
de acceso y no se puede controlar el lugar donde el aeróstato caerá.”
De acuerdo con
el investigador, los dos fotómetros THz, las computadoras de datos y el sistema
de telemetría del Solar-T están funcionando normalmente, alimentados por dos
baterías cargadas con la energía que capturan paneles solares.
Inmediatamente
después de que el rastreador de explosiones solares fue accionado, al día
siguiente del lanzamiento del globo estratosférico, el equipo empezó a enviar
datos a la Tierra.
Los datos
deberán tener una precisión de apuntamiento y rastreo del Sol de más/menos
medio grado. Este grado de precisión deberá asegurarse mediante un sistema
automático de apuntamiento y rastreo del GRIPS, con el cual el Solar-T se
encuentra alineado.
“Por lo
pronto, aún no ha habido ninguna gran explosión solar captada por el Solar-T.
Pero, de ocurrir alguna, el equipo podrá detectarla y enviar los datos para que
los analicemos”, dijo Kaufmann.
Una Serie
de Intentos
El globo
estratosférico fue lanzado exitosamente por el equipo de la NASA al cabo de
siete intentos frustrados que tuvieron inicio en diciembre de 2015.
Las tentativas
anteriores fallaron porque a la hora del lanzamiento cambiaron las condiciones
de viento en el suelo, en la atmósfera superior y en la estratósfera (a 50
kilómetros del suelo).
La combinación
de las condiciones meteorológicas en suelo y la mediana y gran altitud es
crítica y su determinación resulta sumamente difícil con los sistemas de
pronóstico del tiempo, explicó Kaufmann.
“Como la
operación de lanzamiento es muy cara, y comprende a decenas de personas,
vehículos y, eventualmente, incluso aviones, el margen de riesgo debe ser
mínimo”, dijo.
“No tuvimos
que pagar nada por esta misión pues nos invitó el grupo de investigadores del
experimento GRIPS a participar en el proyecto, luego de que presentamos el
Solar-T en una conferencia internacional. Estábamos en busca de un lanzador
para el telescopio y teníamos incluso un proyecto de contar con un lanzador
propio.”
Según el
investigador, el costo de la realización de experimentos espaciales como el
Solar-T, con globos estratosféricos es mucho menor en comparación con el uso de
satélites.
Una de las
razones por las cuales se lanzó ahora el globo estratosférico tiene que ver con
la circulación estratosférica de viento –el llamado vórtice– alrededor del Polo
Sur, que es favorable en esta época del año. Además, el Sol nunca se pone en el
Polo Sul durante esta misma época.
De este modo,
es posible recolectar ininterrumpidamente la luz emitida por el Sol. “Incluso
ahora, cuando el Sol se encuentra en una fase de caída del ciclo, la
posibilidad de detectar una explosión razonable observando las 24 horas y durante
un lapso de entre 20 y 30 días, que es el tiempo durante el cual el Solar-T
permanecerá en la estratósfera, es muy buena”, sostuvo Kaufmann.
A juicio del
investigador, si el lanzamiento del Solar-T no se hubiese concretado ahora,
difícilmente sería posible realizarlo el año que viene, ya que el ciclo de
explosiones solares caerá aún más.
“Nos estábamos
aproximando a la llamada ‘ventana del verano’ [que es cuando el Sol se pone
en el Polo Sur]. Sería sumamente difícil convencer a la NASA a invertir en
una nueva misión”, estimó.
Puede seguirse
la navegación del globo estratosférico que transporta el experimento GRIPS con
el Solar-T –denominado vuelo NASA 668N– en el siguiente sitio web: www.csbf.nasa.gov/map/balloon8/flight668N.htm.
(Fotos: NASA)
Preliminares del lanzamiento del Solar-T,
acoplado al
experimento GRIPS.
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El Solar-T
en detalle.
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El Solar-T listo para el lanzamiento.
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Fuente: Sitio web de la Agencia FAPESP
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